Fachada frontal de la Iglesia de San Francisco |
Producto de los
trabajos de investigación arqueológica y restauración, que viene realizando el
antropólogo Luis Guillermo Román en la céntrica Iglesia de San Francisco, en
Caracas, fueron encontrados en el año 2013. Un
total de 28 nichos y 2 osarios, en un área de 48 metros cuadrados bajo la
sacristía del templo. En ellos hay 24 frailes franciscanos cuyos nombres
están escritos en grafito, sus restos reposan cerrados en los nichos con
paredes de ladrillo; en uno de ellos, se puede leer escrito con una fina caligrafía,
el nombre de Nepomuceno Reina y la fecha de agosto 5 de 1794.
Estudio de las paredes de la cripta por el antropólogo Luis Guillermo Román |
La
tumba 25 tiene una placa de mármol con el nombre de José María Barroeta −abuelo
del periodista y escritor fallecido Pedro Barroeta− con fecha de 1853. A
diferencia de estos, los 3 nichos restantes no están cerrados con una pared de
ladrillos, y Los restos allí depositados están al descubierto. Se observa un
cráneo sobre una pila de huesos y una urna de madera con la inscripción 1863
marcada en un lateral. Un trozo de periódico de enero de 1946 permite inferir a
Luis Guillermo Román, antropólogo y coordinador del Proyecto Arqueológico de la
iglesia de San Francisco, que esa fue la fecha en que el cuerpo se trasladó
desde una de las naves del templo −donde fue enterrado originalmente− hasta la
cripta, a raíz de la construcción de una puerta lateral.
Los
trabajos de restauración en la iglesia de San Francisco comenzaron en el año
2011, siendo esto muy significativo, ya que es uno de los primeros templos de
la Caracas colonial construido en 1593, en
concordancia con el diseño del maestro alarife don Antonio Ruiz
Ullan, como un anexo desaparecido convento de San Francisco, donde actualmente se
encuentra el Palacio de las Academias. Esta restauración abre una ventana a la
memoria histórica funeraria de caracas.
Proceso de excavación arqueológica en el hallazgo de piso de piedra en área exteriorede la iglesia |
El trabajo se inició realizando el inventario
de los retablos y a medida que avanzaban las actividades se elaboró un proyecto
para despejar y liberar la cripta que hasta el año pasado funcionó como
depósito. "El acceso estaba restringido. Había una reja que impedía el
paso. Lo primero que hicimos fue limpiar y ponerle luz al salón, y nos
encontramos con que todo estaba frisado. Bajo el friso se veían con luz rasante
los rasgos de los escritos en las paredes. Comenzamos a decapar y nos
encontramos con los nombres de los que están enterrados aquí", explica
Román.
Cada nombre está escrito con diferente caligrafía. Una vez confirmada la presencia de los nichos, correspondió el turno de los osarios. Una capa de cemento cubría el piso de ladrillo original. Ese piso estaba 40 centímetros por debajo de la altura actual. Se removió, encontrándose los ladrillos, varios escalones y un promontorio de tierra. El hallazgo de la excavación en que apareciera el osario no fue una sorpresa, ya pues esto era muy propio de las iglesias coloniales. La lo sorpresivo fue que hubieran dos.
Análisis de materiales encontrados en la excavación |
El
investigador indica que, "Creemos que el osario que está más lleno
corresponde a los no religiosos, que incluye a condes, marqueses y principales
de Caracas, miembros de la clase pudiente de la ciudad que pagaban para ser
enterrados en los templos. El otro debe ser de representantes de la
Iglesia". Cada una de las fosas de los osarios tiene 2 metros de
profundidad. Estando aproximadamente 1,4 metros llenos de huesos. El objetivo del antropólogo
Luis Guillermo Román, es lhacer de la cripta un área que pueda ser visitada.
La
última etapa del proyecto es convertirá en museo. Hasta ahora se ha avanzado en la
iluminación y presurización, esta última necesaria para que el dióxido de
carbono que emiten los humanos al respirar no afecte las tumbas. Falta
incorporar una pasarela de vidrio o de acero perforado, con capacidad para
soportar una persona a la vez, la cual estará ubicada sobre los osarios y
equidistante de los nichos, de manera que sean visibles las inscripciones y las
fichas descriptivas que las acompañarán.
El
recorrido museístico empezará en la sacristía, que también fue restaurada y
donde, entre otros elementos constructivos originales, se conserva el único
zócalo que permanece en su lugar desde la Colonia y un armario que perteneció
al abuelo de Simón Bolívar, quien hace 200 años recibió su título de Libertador
en esta iglesia, al finalizar la Campaña Admirable, el 6 de agosto de 1813.
Cripta en proceso de musealización |
Luis
Guillermo Román, coordinador del proyecto arqueológico, reconoce que en
este momento las obras para la musealización avanzan a paso lento y refiere la
necesidad de solicitar una mayor
vigilancia en la cripta.
"La
recuperación del patrimonio no se puede ejecutar como si se tratase de un
operativo. Muchas veces se intervienen las iglesias de manera poco consciente y
el valor real, estético, histórico y patrimonial se pierde. No es sólo poner un
edificio bonito, sino que sean bonitos estéticamente y embellecer su historia.
Un edificio de 500 años no se restaura en 6 meses. Si no reconocemos nuestro
pasado, vivimos en un presente a medias y en el futuro no sabemos si lo
conocerán", afirmó el experto.
La
Experiencia Luis Guillermo Román es significativa para el reto culminar este
proyecto, ya que viene de participar en la restauración de la catedral de
Valencia, donde también se encontraros restos arqueológicos.
Todavía
falta mucho trabajo por realizar, ya que en esta iglesia hay tres criptas
ubicadas. La primera recuperada por Román, una que está a la vista
perteneciente a la orden de los franciscanos y otra, en la que se cree están
los españoles y principales más poderosos de Caracas pertenecientes el período
colonial.
La
Iglesia de San Francisco fue declarada Monumento Histórico de la Nación, según
la Gaceta Oficial Nº 25.020 del 6 de abril de 1956. Los terremotos de 1641 y de
1812 obligaron a reconstruir el edificio. Antonio Guzmán Blanco ordenó la
remodelación en 1887, a la que se debe el aspecto actual. La más reciente
intervención de la iglesia se hizo en 1953 y estuvo a cargo del arquitecto Luis
Malaussena, autor del Paseo de la Nacionalidad en Los Próceres.
Vista diagonal de la Iglesia de San Francisco |
Por
último, es importante señalar, que inicialmente los trabajos de restauración de
la Iglesia de San Francisco estuvieron a cargo de la Dirección de Patrimonio
del Ministerio del poder Popular para las relaciones Exteriores, y
posteriormente pasaron a la Fundación Propatria 2000.
Artículo editado por: Whylmhar Daboín
Asesor de contenido: Abílio De Oliveira
Referencias: El Nacional
Antrop. Luis Guillermo Román
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