25 de septiembre de 2011

EMILIO JACINTO MAURI

Emilio Mauri
Autorretrato (1887)

Nació en la Ciudad Histórica La Guaira el 9 de marzo de 1855, era hijo de Juan José Mauri y Dorotea Ivern, españoles de origen francés, quienes de esta ciudad portuaria viajaron a Francia en 1861, cuando el niño tenía seis años, estableciéndose en la ciudad de Nantes, siendo allí donde recibe su primera educación,  en el Colegio Saint Stasnislas, el cual estaba  dirigido por  los padres jesuitas; luego, en el hospital de esa misma ciudad, continuó con la carrera de medicina, la cual abandonó para dedicarse a la pintura. Posteriormente se trasladó a París para inscribirse en la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumno del artista Jean-León Gérone, y en seguida pasó a perfeccionar sus estudios pictóricos con el excelente maestro Jean-Paul Laurens.
Durante su trascendental permanencia en Francia, recibió una Mención de Honor por su participación en el Salón de París con la obra Iris, obteniendo luego un premio en Marsella por su obra Una Carcajada.
En esta misma época, su calidad artística se ve premiada cuando el Ministerio de Instrucción Pública de Francia, le encomendó la restauración de los frescos del Castillo del marqués de Saint Paul.
Hay que recordar que por esta década de los años sesenta del siglo XIX, se encontraba en París Martín Tovar y Tovar, el pintor venezolano más importante del momento, con el que el joven Mauri tuvo contactos.
En 1874 Mauri regresa a Venezuela invitado por Guzmán Blanco como jefe de protocolo, venía precedido de la aureola de pintor académico dotado de unas enormes cualidades para el dibujo y la figura humana y destacado retratista, como lo demostró con una de sus obras más reconocida, el retrato de Doña Luisa Cáceres de Arismendi (1889), obra encargada para el Salón Elíptico del Palacio Federal de Caracas, en conmemoración del centenario de la heroína.

Retrato de Luisa Cáceres de Arismendi (1889)
Para 1883, en pleno apogeo del reformismo afrancesado del general Guzmán Blanco, Emilio Mauri participó con un conjunto de obras en la Exposición Nacional de Venezuela, conocida también como la Exposición del Primer Centenario del Nacimiento del Libertador Simón Bolívar, donde exhibió su obra denominada Margarita viniendo de la iglesia (1880). Por la cual fue merecedor de una Medalla de Bronce. En esa misma exposición también participaron pintores de la talla de Arturo Michelena, Cristóbal Rojas y Martín Tovar y Tovar.


Margarita viniendo de la iglesia (1880)

Retrato de Cristobal Rojas (1895)
En 1887, Guzmán Blanco se inaugura oficialmente la Academia Nacional de Bellas Artes, siendo basado esta en el modelo de su referente francés, Emilio Mauri fue nombrado su primer director, cargo que ejerció hasta su muerte. Su labor al frente de la Academia, la consagró al asentamiento en Venezuela de los modelos del clasicismo académico, alejándose de las novedades artísticas que a finales de siglo agitaron el mundo plástico europeo. Su sucesor al frente de la Academia fue el pintor Herrera Toro.


Retrato de Antonio Herrera Toro (1885)
Luego en 1893, participó con varias obras en la exposición Colombina de Chicago, donde exhibió nuevamente su pieza Margarita viniendo de la iglesia. Asimismo, figuró en la muestra en recuerdo a los 80 años de la muerte del Generalísimo Francisco de Miranda, en 1896.


Retrato de Isabel Pachano de la Plaza, (esposa del pintor, 1885)
Otras obras significativas de Emilio Mauri son La Anunciación en el Templo de la Merced en Caracas, Retrato de Francisco de Miranda a Caballo, Retrato del General José de San Martin (Palacio Federal), Retrato de Joaquín crespo luego de la Batalla de la Victoria (hacia 1885).

Retrato de Joaquín Crespo luego de la Batalla de La Victoria (aprox. 1885)
El Generalísimo Francisco de Miranda a Caballo (aprox. 1889)

Emilio J. Mauri fue ante todo un maestro por excelencia, y de los más apreciados y seguidos en su tiempo. Jamás fue egoísta con sus conocimientos, poniéndolos siempre al alcance y productividad de todas las inteligencias y sensibilidades, con los magníficos resultados que ya se conocen.

Retrato de la muerte de Francisco de Miranda en La Carraca  (1896)
Ningún artista del siglo XIX, pudo sentirse o estar desvinculado de los orígenes y la evolución del movimiento paisajista que se inició con la creación del Celebre Circulo de Bellas Artes, pues todos o casi todos los pintores de ese brillante grupo fueron discípulos de Mauri.
Decía Eduardo Planchard “ Don Emilio J Mauri,  un soplo de París muy siglo XIX: barba en punta, gabán, bufanda y guantes, y aquel hablar que más que de confianza en si mismo tenía siempre noble sabor a confianza en los demás”.
Aunque intentó la pintura de género histórico, su obra más apreciada la realizo dentro del retrato y las escenas domesticas.

Retrato de Luís Razetti (1907)
Emilio Mauri falleció en Caracas el 18 de febrero de 1908, el mismo año que el artista Armando Reverón, figura insigne de la renovación moderna del arte venezolano, se inscribía en la Academia Nacional de Bellas Artes.
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Editado Por: Whylmhar Daboín

3 comentarios:

  1. Hola, me gustaría saber si tienes la ficha técnica de las obras que citas aquí =)

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  3. me resulto muy util. gracias .saludos

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